1) ¿ Hay mas violencia que hace 20 años?
2)¿ Cuál es la diferencia entre las barrabravas de hace 20 años y las de ahora?
3)¿Que barrabrava te representa o te parece mejor?
E1: 1- mas bien.
2- La diferencia es que antes se arreglaban a piñas y ahora pelan caño.
3-La mas piola es la del funebrero.
E2:1- No creo, para mi lo que pasaba antes es que no habia camara que filmaban todo lo que pasaba y no se publicaba tanto en los diarios como ahora.
2- La diferencia es que antes los barrabravas tenian otro trabajos ademas de ser barras, o sea, que no vivian de barrabravas sino que iban a la cancha para alentar a su equipo, ahora solo trabajan de barras y piden plata para alentar al equipo a los dirigentes o a personas del club.
3- La que mejor me parece es la de Boca Juniors.
E3:1- no lo creo
2- No se, hace 20 años no iba a la cancha ya que todavia soy muy joven.
3- La mejor es la de River Plate
viernes, 2 de diciembre de 2011
CONCLUSIÓN
Si bien los barras bravas pueden ser en algunos casos elemento de motivación para los jugadores de su equipo, en la mayoría de los casos se puede provocar una presión muy grande para los jugsadores mediante aprietes , etc. Con respecto a la inserción de los barras en aspecto politico en los últimos años , se comprobo que esto no es bueno ya que fomentan el fraude , haciendo que personas que antes estaban apoyando a otros partidos políticos, pasen a apoyar a otro debido a aprietes de baas ccontratados y pagos por otros partidos. Sin lugar a dudas en las investigciones que hicimos quedo demostrado que uno de los principales prla en el fútbol, ocasionado por los barras en el últimos siglo es la violencia. Las estadisticas muestran 256 muertes en el ultimos siglo. Lo peor es que ante estos hechos de violencia los barras actuan con total impunidad frente a la justicia. Para cerrar queremos que quede totalmente claro que estamos en contra de los barras bravas que generan violencia, se meten en partidos politicos y se enriquecen ilegalmente.
jueves, 1 de diciembre de 2011
NOTICIAS SOBRE BARRAS 4
ESTE ES UN INFORME REALIZADO POR EL DIARIO CLARIN QUE NOS GUSTARÍA COMPARTIR CON USTEDES YA QUE NOS PARECÍO MUY INTERESANTE.
El fútbol llegó de la mano de los ingleses que se instalaron en el país. A partir de los inicios del siglo XX comenzó el proceso de adopción por parte de los sectores populares de la práctica de este deporte. En ese mismo proceso de popularización del fútbol y génesis del espectáculo, es posible detectar f enómenos asociados al hinchismo en el público asistente a los estadios. Es decir, sus percepciones acerca de lo que ocurría dentro del terreno de juego se organizaron sobre la base (subjetiva) de lo que para ellos era considerado justo.
Solía considerarse justo lo que coincidía con los beneficios al propio equipo. Y lo justo fue honorable y lo honorable solía coincidir con lo exitoso . El circuito de creencias, valores y emociones se cerraba con la frecuente consideración del rival como cuasi enemigo.
Hacia los inicios de la década de 1920 la prensa escrita percibió la existencia de un núcleo de hinchas más fervoroso que la mayoría.
Fueron denominados "barras" . Durante la segunda mitad de la década es posible encontrar en las páginas de algunos periódicos la dupla "barra brava". En esas mismas páginas, en especial en Crítica , se veían fotografías y notas acerca de hombres de variada edad, asiduos concurrentes a los cafés de las barriadas y siempre ligados a algún club de fútbo l. En esos casos, los periódicos llamaban a ese conjunto como "muchachadas futboleras". Sin duda eran los mismos sujetos que dentro de las canchas eran vistos y denostados como "barras", mientras que en los cafés eran mostrados como exóticos habitantes de las barriadas que pasaban sus tardes hablando de fútbol y carreras de caballos.
En aquellos tiempos, las formas más extremas de la exaltación estaban focalizadas en lo que sucedía dentro de terreno de juego. Se vociferaba y gesticulaba contra jugadores ajenos y propios y muy especialmente contra el árbitro. Se solían arrojar algunos elementos y a veces se invadía el terreno de juego , cuando el grado de la real o supuesta injusticia excedía todo lo considerado aceptable. Pocas veces hubo enfrentamientos entre hinchadas rivales.
En la actualidad, forma parte del saber común la existencia de estos dos grupos de simpatizantes. Sin embargo, las barras bravas tal como se las conoce hoy y a diferencia de sus antecesoras, nacieron hacia fines de la década de 1950 e inicios de la década siguiente ligadas a intereses de dirigentes del fútbol y de otros ámbitos como los sindicales y políticos.
Cumpliendo funciones específicas como grupos de choque.
Si bien tradicionalmente el espectáculo estuvo dominado por espíritus exaltados y poco dables a la aceptación de fracasos deportivos, expresados en insultos y distintos grados de intentos de ocupar el centro de la atención, las cosas fueron cambiando notablemente en grado y en carácter desde los sesenta. Las distancias entre las amenazas meramente discursivas y sus concreciones se achicaron.
Las muertes en enfrentamientos fueron sumándose a una lista centenaria.
Las armas de distinto tipo fueron apareciendo.
Varios cientistas sociales estudiaron las lógicas internas de las barras bravas actuales, explicando que son grupos estructurados sobre una serie de códigos fuertemente masculinos, donde los enfrentamientos corporales forman parte habitual de la selección y el encumbramiento de los cuadros, quienes se consideran a sí mismos como los verdaderos poseedores del "aguante". Además los líderes se destacan por las relaciones personales que pudieran establecer con el mundillo del fútbol dentro de los clubes.
Las "barras bravas" se llaman a sí mismas "la hinchada" . Así, sus conexiones económicas y de toda índole, como sus conexiones simbólicas con el resto de los hinchas, han allanado el camino para llegar a ser hoy grupos de gran autonomía, muchas veces inmanejables , grupos a los que buena parte del resto de los sectores asociados al fútbol les temen y por lo tanto ‘dejan hacer", muchas veces para no ganar su enemistad. En este marco, resulta imposible soslayar el activo papel represivo de los aparatos estatales que comenzaron a cumplir activamente en los años cuarenta y desde los sesenta de una manera casi sin control, formando una fuerza social con vida propia y de amplia participación en el mundo del fútbol.
Hubo cambios a lo largo del siglo XX. Sin embargo, algunos elementos no se han modificado demasiado. Hay ciertas matrices que hacen que muchos de los hinchas consideren a los integrantes de los "barras bravas" como sus representantes más valerosos , dispuestos a poner el cuerpo en las ocasiones que lo ameriten … o provocar los desafíos y enfrentamientos cuando se considera dañado el honor.
Es decir, además de los vínculos entre policía, barras y algunos dirigentes (de clubes, sociales y políticos), no es posible dejar de lado la conexión simbólica que une a los "barras" con muchos de los hinchas de sus clubes, que los ven y perciben como los más auténticos de sus representantes. La vigencia y poder relativo de estos grupos se asientan tanto en las relaciones en las que ofrecen servicios y exigen retribuciones, como en los lazos identitarios que a muchos hinchas los impulsan a considerarlos como los mejores defensores del honor propio.
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El fútbol llegó de la mano de los ingleses que se instalaron en el país. A partir de los inicios del siglo XX comenzó el proceso de adopción por parte de los sectores populares de la práctica de este deporte. En ese mismo proceso de popularización del fútbol y génesis del espectáculo, es posible detectar f enómenos asociados al hinchismo en el público asistente a los estadios. Es decir, sus percepciones acerca de lo que ocurría dentro del terreno de juego se organizaron sobre la base (subjetiva) de lo que para ellos era considerado justo.
Solía considerarse justo lo que coincidía con los beneficios al propio equipo. Y lo justo fue honorable y lo honorable solía coincidir con lo exitoso . El circuito de creencias, valores y emociones se cerraba con la frecuente consideración del rival como cuasi enemigo.
Hacia los inicios de la década de 1920 la prensa escrita percibió la existencia de un núcleo de hinchas más fervoroso que la mayoría.
Fueron denominados "barras" . Durante la segunda mitad de la década es posible encontrar en las páginas de algunos periódicos la dupla "barra brava". En esas mismas páginas, en especial en Crítica , se veían fotografías y notas acerca de hombres de variada edad, asiduos concurrentes a los cafés de las barriadas y siempre ligados a algún club de fútbo l. En esos casos, los periódicos llamaban a ese conjunto como "muchachadas futboleras". Sin duda eran los mismos sujetos que dentro de las canchas eran vistos y denostados como "barras", mientras que en los cafés eran mostrados como exóticos habitantes de las barriadas que pasaban sus tardes hablando de fútbol y carreras de caballos.
En aquellos tiempos, las formas más extremas de la exaltación estaban focalizadas en lo que sucedía dentro de terreno de juego. Se vociferaba y gesticulaba contra jugadores ajenos y propios y muy especialmente contra el árbitro. Se solían arrojar algunos elementos y a veces se invadía el terreno de juego , cuando el grado de la real o supuesta injusticia excedía todo lo considerado aceptable. Pocas veces hubo enfrentamientos entre hinchadas rivales.
En la actualidad, forma parte del saber común la existencia de estos dos grupos de simpatizantes. Sin embargo, las barras bravas tal como se las conoce hoy y a diferencia de sus antecesoras, nacieron hacia fines de la década de 1950 e inicios de la década siguiente ligadas a intereses de dirigentes del fútbol y de otros ámbitos como los sindicales y políticos.
Cumpliendo funciones específicas como grupos de choque.
Si bien tradicionalmente el espectáculo estuvo dominado por espíritus exaltados y poco dables a la aceptación de fracasos deportivos, expresados en insultos y distintos grados de intentos de ocupar el centro de la atención, las cosas fueron cambiando notablemente en grado y en carácter desde los sesenta. Las distancias entre las amenazas meramente discursivas y sus concreciones se achicaron.
Las muertes en enfrentamientos fueron sumándose a una lista centenaria.
Las armas de distinto tipo fueron apareciendo.
Varios cientistas sociales estudiaron las lógicas internas de las barras bravas actuales, explicando que son grupos estructurados sobre una serie de códigos fuertemente masculinos, donde los enfrentamientos corporales forman parte habitual de la selección y el encumbramiento de los cuadros, quienes se consideran a sí mismos como los verdaderos poseedores del "aguante". Además los líderes se destacan por las relaciones personales que pudieran establecer con el mundillo del fútbol dentro de los clubes.
Las "barras bravas" se llaman a sí mismas "la hinchada" . Así, sus conexiones económicas y de toda índole, como sus conexiones simbólicas con el resto de los hinchas, han allanado el camino para llegar a ser hoy grupos de gran autonomía, muchas veces inmanejables , grupos a los que buena parte del resto de los sectores asociados al fútbol les temen y por lo tanto ‘dejan hacer", muchas veces para no ganar su enemistad. En este marco, resulta imposible soslayar el activo papel represivo de los aparatos estatales que comenzaron a cumplir activamente en los años cuarenta y desde los sesenta de una manera casi sin control, formando una fuerza social con vida propia y de amplia participación en el mundo del fútbol.
Hubo cambios a lo largo del siglo XX. Sin embargo, algunos elementos no se han modificado demasiado. Hay ciertas matrices que hacen que muchos de los hinchas consideren a los integrantes de los "barras bravas" como sus representantes más valerosos , dispuestos a poner el cuerpo en las ocasiones que lo ameriten … o provocar los desafíos y enfrentamientos cuando se considera dañado el honor.
Es decir, además de los vínculos entre policía, barras y algunos dirigentes (de clubes, sociales y políticos), no es posible dejar de lado la conexión simbólica que une a los "barras" con muchos de los hinchas de sus clubes, que los ven y perciben como los más auténticos de sus representantes. La vigencia y poder relativo de estos grupos se asientan tanto en las relaciones en las que ofrecen servicios y exigen retribuciones, como en los lazos identitarios que a muchos hinchas los impulsan a considerarlos como los mejores defensores del honor propio.
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NOTICIAS SOBRE BARRAS 3
MANUAL PARA SER UN BARRABRAVA, UN NEGOCIO QUE MUEVE MILLONES.
Se identifican con colores y banderas del club al cual pertenecen, son casi símbolos sagrados. Utilizan bombos, trompetas o cualquier instrumento que permita, no hacer música, sino ruido, mucho ruido. Se ubican en la popular, jamás irían a la platea, tampoco verán el partido sentados cómodamente comiendo pochoclo, tienen que estar parados, saltando, agitando banderas, gritando insultos y alentando al club de sus amores.
Pero todo esto es casi platónico al lado del negocio que significa ser líder en una barra brava, en especial de aquellos clubes grandes como Boca, como River y desde la era Maradona/Bilardo, del seleccionado nacional de fútbol.
Las barras bravas no sólo alientan a sus equipos, también hacen un buen negocio con su fanatismo y logran mover cientos de miles de pesos por año con esta práctica. Sólo para dar un ejemplo, este negocio mueve entre $200.000 y $300.000 por mes, según confirmó Gustavo Grabia a MDZ, "dinero que sólo se reparte entre unos pocos, no más de diez, en donde sólo dos se llevan la mayor parte, pero seis o siete miembros viven un ingreso de no menos de $20.000 mensuales". Por supuesto estamos hablando de clubes grandes como Boca o River, este último aún en la B.
Por MENDOZA ONLINE
Se identifican con colores y banderas del club al cual pertenecen, son casi símbolos sagrados. Utilizan bombos, trompetas o cualquier instrumento que permita, no hacer música, sino ruido, mucho ruido. Se ubican en la popular, jamás irían a la platea, tampoco verán el partido sentados cómodamente comiendo pochoclo, tienen que estar parados, saltando, agitando banderas, gritando insultos y alentando al club de sus amores.
Pero todo esto es casi platónico al lado del negocio que significa ser líder en una barra brava, en especial de aquellos clubes grandes como Boca, como River y desde la era Maradona/Bilardo, del seleccionado nacional de fútbol.
Las barras bravas no sólo alientan a sus equipos, también hacen un buen negocio con su fanatismo y logran mover cientos de miles de pesos por año con esta práctica. Sólo para dar un ejemplo, este negocio mueve entre $200.000 y $300.000 por mes, según confirmó Gustavo Grabia a MDZ, "dinero que sólo se reparte entre unos pocos, no más de diez, en donde sólo dos se llevan la mayor parte, pero seis o siete miembros viven un ingreso de no menos de $20.000 mensuales". Por supuesto estamos hablando de clubes grandes como Boca o River, este último aún en la B.
Por MENDOZA ONLINE
NOTICIAS SOBRE BARRAS 2
LOS LAZOS POLITICOS DE LA BARRA BRAVA
La bandera gigante con el rostro de Néstor Kirchner se desplegó en la tribuna que coloniza la barra brava de Boca. Fue el domingo pasado, justo cuando se escenificó una feroz disputa entre dos sectores por el poder y los negocios de la hinchada.
La barra de Boca mantiene aceitados lazos con la política y los gremios. Tanto Mauro Martín como Rafael Di Zeo, hoy enfrentados en la tribuna, tienen vínculos con el kirchnerismo, aunque también los supieron tener con el macrismo.
"Apoyo a este gobierno porque las cosas están mejor. Nunca fui macrista, pero Macri fue el mejor presidente que tuvo Boca", dijo Di Zeo en radio Mitre. El jefe de gobierno porteño presidió el club durante el reinado de Di Zeo en la barra xeneize. Hoy Di Zeo está relacionado con Compromiso K, a donde llegó de la mano de Marcelo Mallo, promotor del viaje de 235 barras al Mundial de Sudáfrica. Mallo y Di Zeo responden a Rudy Ulloa, amigo de la familia Kirchner.
En una charla con La Nacion, Di Zeo dijo haber conversado con todos los candidatos a presidir a Boca, versión que fue desmentida por los aspirantes a dirigir el club, menos por el presidente Jorge Ameal.
Mauro Martín es el actual jefe de la barra. Su grupo es apoyado por parte de la comisión directiva. En la tribuna exhibe siempre una bandera con el escudo del PJ y hace dos años acordó con gente de Gobierno para exhibir un telón para impulsar la ley de medios y la televisación gratuita del fútbol. Maximiliano Mazzaro, el N°2, maneja una tropa que responde al gremio de la construcción.
Jorge Amor Ameal
Presidente de Boca
Por La Nación
La bandera gigante con el rostro de Néstor Kirchner se desplegó en la tribuna que coloniza la barra brava de Boca. Fue el domingo pasado, justo cuando se escenificó una feroz disputa entre dos sectores por el poder y los negocios de la hinchada.
La barra de Boca mantiene aceitados lazos con la política y los gremios. Tanto Mauro Martín como Rafael Di Zeo, hoy enfrentados en la tribuna, tienen vínculos con el kirchnerismo, aunque también los supieron tener con el macrismo.
"Apoyo a este gobierno porque las cosas están mejor. Nunca fui macrista, pero Macri fue el mejor presidente que tuvo Boca", dijo Di Zeo en radio Mitre. El jefe de gobierno porteño presidió el club durante el reinado de Di Zeo en la barra xeneize. Hoy Di Zeo está relacionado con Compromiso K, a donde llegó de la mano de Marcelo Mallo, promotor del viaje de 235 barras al Mundial de Sudáfrica. Mallo y Di Zeo responden a Rudy Ulloa, amigo de la familia Kirchner.
En una charla con La Nacion, Di Zeo dijo haber conversado con todos los candidatos a presidir a Boca, versión que fue desmentida por los aspirantes a dirigir el club, menos por el presidente Jorge Ameal.
Mauro Martín es el actual jefe de la barra. Su grupo es apoyado por parte de la comisión directiva. En la tribuna exhibe siempre una bandera con el escudo del PJ y hace dos años acordó con gente de Gobierno para exhibir un telón para impulsar la ley de medios y la televisación gratuita del fútbol. Maximiliano Mazzaro, el N°2, maneja una tropa que responde al gremio de la construcción.
Jorge Amor Ameal
Presidente de Boca
Por La Nación
NOTICIAS SOBRE BARRAS 1
AUTORIZAN A MAURO MATIN A VOTAR EN BOCA, PERO NO PODRÁ INGRESAR AL PARTIDO.
Los jefes de las facciones de la barra brava de Boca, Mauro Martín y Rafael Di Zeo, tienen prohibido el acceso a la cancha de Boca el domingo próximo, cuando el equipo puede festejar el título del torneo Apertura, según lo ratificó hoy la jueza porteña Carla Cavalieri.
La magistrada rechazó un pedido de Martín para que se le levanten las restricciones, al ratificar que tanto él como Di Zeo no pueden ir a ninguna cancha del país en tanto defina las causas por las que ambos están imputados, tras cruzarse amenazas durante el partido ante Atlético Rafaela, el 30 de octubre último.
En tanto, Cavalieri le permitió a Martín acudir a votar el domingo a las elecciones presidenciales del club pero temprano por la mañana y no en un horario cercano al partido con Banfield porque así estaría violando la prohibición.
Martín y Di Zeo tiene prohibido ir a los estadios y ni siquiera pueden acercarse a menos de 500 metros de las canchas.
Martín está imputado por amenazas a Di Zeo por hacerle el gesto de que lo iba a matar haciéndose pasar el dedo por el cuello.
En tanto, Di Zeo está acusado por distintos destrozos que su sector de la barra hizo en el estadio cuando se barra ingresó a la Bombonera.
Por PLAYFUTBOL.COM
Los jefes de las facciones de la barra brava de Boca, Mauro Martín y Rafael Di Zeo, tienen prohibido el acceso a la cancha de Boca el domingo próximo, cuando el equipo puede festejar el título del torneo Apertura, según lo ratificó hoy la jueza porteña Carla Cavalieri.
La magistrada rechazó un pedido de Martín para que se le levanten las restricciones, al ratificar que tanto él como Di Zeo no pueden ir a ninguna cancha del país en tanto defina las causas por las que ambos están imputados, tras cruzarse amenazas durante el partido ante Atlético Rafaela, el 30 de octubre último.
En tanto, Cavalieri le permitió a Martín acudir a votar el domingo a las elecciones presidenciales del club pero temprano por la mañana y no en un horario cercano al partido con Banfield porque así estaría violando la prohibición.
Martín y Di Zeo tiene prohibido ir a los estadios y ni siquiera pueden acercarse a menos de 500 metros de las canchas.
Martín está imputado por amenazas a Di Zeo por hacerle el gesto de que lo iba a matar haciéndose pasar el dedo por el cuello.
En tanto, Di Zeo está acusado por distintos destrozos que su sector de la barra hizo en el estadio cuando se barra ingresó a la Bombonera.
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